¿Cuál es la estrategia a seguir?
Es común, en la gestión de proveedores y suministro de
productos, aplicar y recomendar la máxima financiera de buscar la
diversificación, aquello de no poner
todos los huevos en la misma cesta.
Si nos
preguntan a todos los que la hemos aplicado alguna vez, cargados de razón
contestaremos que dicha estrategia está basada
en la búsqueda de una salvaguarda, de disponer de un plan b, incluso
defenderemos que es la forma de garantizar el suministro a nuestros clientes.
Dejando la
hipocresía a un lado también debemos decir, que dicha práctica nos permite tener una posición dominante y que acrecienta
una relación de desconfianza entre proveedor y cliente, por mucho que cueste reconocerlo.
Lógicamente
esta práctica se extiende en el resto de la cadena de suministro y este
proveedor "fijo eventualmente " traslada a sus proveedores el mismo
tipo de relación comercial. Es una relación de PSA (por si acaso). Con ello
conseguimos sustentarnos en una inseguridad permanente.
Entiendo y
lógicamente prescribo la diversificación, en una relación con insuficiente abastecimiento para cubrir toda
nuestra demanda, de estacionalidad, de riesgo no controlable del mercado, etc.
No comparto la
diversificación en busca de la especulación,
del ganó yo y pierdes tú y por supuesto con todas las pérdidas de
garantías que esta práctica suele conllevar (garantías de calidad,
abastecimiento, homogeneidad, fluctuación de costes, etc.)
Son muchos los
ejemplos a lo largo de la historia, que refrendan las bondades de apostar por
la concentración, hace ya 100 años de la puesta en práctica por Henry Ford de
su estrategia de rodearse de proveedores confiables y con acuerdos de larga
duración, estrategia que finalmente se ha ido extendiendo por el resto del
sector de automoción y a otros sectores
como el retail con empresas como la suiza Migros, o la anglosajona Mark and
Spencer.
Evidentemente
el éxito o no de apostar por la concentración, debe venir precedido por un
conocimiento por ambas partes de las reglas del juego, compromiso y exigencia
mutua. Concentración no es, ni puede ser relajación.
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