COMO INFLUYEN EN LA TOMA DE DECISIONES
Existe la creencia de que cuando más
grande es el tamaño de una empresa, mover la maquinaria de la misma y sobre
todo al unísono, es mucho más complicado y costoso, con la consecuente pérdida de agilidad en la
toma de decisiones y la puesta en marcha ante un cambio, (el pez pequeño es más
ágil que el grande).
Estoy en total desacuerdo con dicha
afirmación. La gran mayoría de mi trayectoria profesional la he desarrollado en
una empresa de distribución, en la que una de sus características principales
reconocida por proveedores y competidores, es su agilidad ante el cambio. Como
muestra de mi afirmación indicaré que la agilidad en esta empresa era
infinitamente menor cuando comencé con poco más de 20 puntos de venta, que
cuando salí de ella con más de 1400 puntos de venta.
La agilidad no viene determinada en
ningún caso, por el tamaño de la empresa, es exclusivamente un tema mental y de
estructura, y además por este orden.
La premisa fundamental es partir de la
posición mental de que estamos obligados a un cambio continuo, bien para
corregir errores propios e introducir mejoras, bien porque la dinámica,
evolución, competidores, etc. nos conduce a ello si no queremos quedarnos fuera
de mercado.
La afirmación si algo funciona no lo
cambies, es al menos incompleta. Conocer porque funciona, cuales son las
causas, cuales las amenazas y su perspectiva y sobre todo ser consciente de que
todo tiene un ciclo, te va a predisponer a estar preparado al cambio. En
cualquier caso afrontar un cambio con el viento a favor siempre será más fácil.
Una vez estas preparado mentalmente,
fácil de decir y complicado de ser coherente con dicho pensamiento, toca pasar
a la acción.
Es aquí donde la estructura de tu
empresa, es de vital importancia. En la medida que la misión, objetivos,
estrategias, etc. estén reflejados en los procesos de la misma y estos sean
coherentes con tu misión, si es que los procesos están definidos y estandarizados,
porque esa suele ser otra gran carencia, acometer cualquier cambio será menos
dificultoso.
Digo menos dificultoso, porque
cualquier cambio o introducción de una mejora, va a tener su grado de
dificultad, es más, probablemente en su inicio el funcionamiento y los
resultados pueden ser peores. No conozco ninguna puesta en marcha ya sea de
instalaciones, procesos, acciones, etc. que no haya tenido “problemas” y he
conocido unas cuantas.
Lo más dificultoso en una organización
es alinear mentalmente en su filosofía a sus integrantes (no confundir con una
única forma de pensar, como si de una secta se tratase eliminando de un plumazo
el potencial de sus empleados).
Para conseguir dicha alineación la
herramienta fundamental es la definición y estandarización de los procesos de
la empresa. En próximos post ahondaré en ello.
Para acabar indicar, que no pretendo
defender a ultranza el cambio por el cambio y menos cuando no está fundamentado ni en las
razones de realizarlo, ni en sus consecuencias. Ahora bien una vez convenimos
que este es necesario, preparémonos mentalmente y adecuemos nuestros procesos.
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